Así, se constituyen a lo largo de la obra dos grupos de personajes opuestos, los siervos y los señores, y en ambos grupos los personajes se agrupan por parejas: Pármeno y Sempronio, Tristán y Sosia, Elicia y Areúsa, en el mundo de los siervos; Calisto y Melibea, Pleberio y Alisa, en el mundo de los señores. El primer autor quiso darle denominación del principio, que fue placer, y llamola comedia. Claudio Sánchez Albornoz resalta la importancia de ser cristiano viejo en una sociedad que está prevenida frente a los miembros de las otras dos religiones, judíos y musulmanes, e incluso llega al rechazo frontal. «Anmerkungen zum ersten Akt der, Mitxelena, Itziar (1996). Estas teorías gozan de distintos grados de aceptación pero, en general, se basan en los mismos argumentos y procedimientos analíticos que las anteriores. Sostenida por Lida de Malkiel, quien no niega el fondo moralista, pero una fábula moral no contendría personajes y caracteres, sino personificaciones ejemplares, tipos. Este acto acontece en la casa de Calisto, donde Celestina y Sempronio llegan para contarle lo que ha ocurrido en casa de Melibea. Esta influencia fue notada gracias a que, en ocasiones, en Celestina se encadenan varias citas de Petrarca sobre un mismo tema que, a pesar de estar repartidas a lo largo de varios escritos petrarquistas, coincidentemente aparecen juntas en dicho índice. La historia nos habla de Calisto, un joven de la nobleza que está persiguiendo a uno de sus halcones de caza y, por el frenesí de la persecución, termina entrando, sin darse cuenta, en el jardín de Melibea. Novedades diarias. Después, Celestina y Sempronio llegan a la casa de Calisto, y la anciana se ofrece ayudarlo a cambio de monedas de oro. La Celestina se escribe durante el reinado de los Reyes Católicos, cuyo matrimonio se celebra en 1469 y alcanza hasta 1504, año de la muerte de Isabel la Católica, que ocupa la última fase del Prerrenacimiento en España. Gilman va más allá y afirma que la existencia de cada personaje está en función del diálogo y no son las acciones, sino las palabras, las que tienen verdadero significado; la postura vital de Rojas no es de moralista ni de satírico, sino de irónico descreído. Formatos PDF y EPUB. Por un lado, se ha hecho evidente que el autor no había leído de primera mano la inmensa mayoría de los textos con los que trabaja, por lo que su perfil pasa a ser menos erudito y más acorde con el perfil de joven bachiller en leyes como se nos presenta en los preliminares. Los rasgos cultos no se prodigan con la pedantería de épocas anteriores. La introducción de auctoritates se consideraba fundamental tanto para apoyar una argumentación (función dialéctica) como para embellecer un escrito (función retórica). Sin embargo, su intención ha sido muy debatida en un abanico que va desde esta finalidad moralizante (todos los personajes mueren por sus pecados) a otra crítica (la sociedad es la causa de las muertes). La Celestina es una novela dialogada, esta teoría parece imponerse a la posibilidad de que sea teatro porque está destinada a la lectura y no a la representación debido a su extensión y a la variedad de escenas y situaciones que dificultan su representación. La crítica medievalista María Rosa Lida de Malkiel señala la estricta y cuidada motivación de toda la trama en un plano realista, así como la relación causa-efecto de los acontecimientos. Se utiliza un lenguaje llano al que las necesidades del diálogo dan dramatismo y variedad. Antaño fue una meretriz, ahora se dedica a concertar discretamente citas amorosas a quien se lo pide al mismo tiempo que utiliza su casa para que las prostitutas Elicia y Areúsa puedan ejercer su oficio. Es una anciana alcahueta y avariciosa. ¿Para quién adquirí honras? Corfis, Ivy A. Florentino Castro Guisasola reunió en su tesis doctoral «Observaciones sobre las fuentes literarias de La Celestina» (1924) influencias de un gran número de autores de la Antigüedad griega y latina, de la literatura eclesiástica y de escritores más o menos contemporáneos italianos e hispanos. Sin embargo, Deyermond piensa que el autor era un converso de tercera generación, con lo que no se puede explicar el pesimismo como fruto de una conversión traumática. Es la sirvienta de Melibea y también su cómplice mientras esta mantiene encuentros con Calisto. La escena inicial es desconcertante, pero dota a la obra del carácter dramático necesario para este primer encuentro y para el violento rechazo que conlleva. Pedro Calderón de la Barca escribió una comedia, La Celestina, que no se ha conservado. Se han barajado los nombres de algunas ciudades como marco espacial de la obra, pero no existen referencias suficientes e inequívocas al respecto, con lo que se asume que Rojas creó como marco una ciudad arquetípica. «Authority and Experience in, Snow, Joseph T. (2005). Entonces, la muchacha tiene que inventar una excusa. En los últimos años el interés se ha desplazado desde las coincidencias formales destacadas por María Rosa Lida (trama, personajes, lenguaje, escenario...) hacia las coincidencias en la recepción, en particular hacia la lectura de La Celestina en clave didáctico-moral y, posiblemente, en la universidad.[18]. Para Lida De Malkiel es una nota de la época un tanto ingenua a la que no hay que dar más importancia. Finalmente, hay quien propone un origen italiano de «los papeles del antiguo autor» (Di Camillo, 2010). Pármeno es seguramente el personaje más trágico de la obra, porque es corrompido por todos los demás personajes. Para ello,las muchachas quieren contar con la ayuda de Centurio. Celestina quiere atraer la voluntad de Pármeno usando de instrumento a Areúsa provocando lujuria. Según el argumento previo a este nuevo acto, se trata de un extracto de una comedia escrita por un tal Sanabria y, por lo tanto, no pertenece al plan general de la obra. También destaca la simetría de personajes. Las trágicas consecuencias de este amor confirman la interpretación moral de la obra. Una tiene clientela fija y casa, la otra, menos experimentada, todavía no. Su pasión es más real y menos literaria que la de Calisto; sería la lujuria más que el amor el motor de sus acciones, si no es la magia la que la hace cambiar de opinión respecto a Calisto, entonces todo sería un 'plan' de Melibea en el que él hace los gastos y Celestina se esfuerza para que sea ella la que disfrute. En este acto, Areúsa y Elicia desean vengar la muerte de Celestina y de sus dos enamorados. Es un personaje leal a sus amos en todo momento. Como premio Celestina recibe una cadena de oro, que será objeto de discordia, pues la codicia la lleva a negarse a compartirla con los criados de Calisto; estos terminan asesinándola, por lo cual se van presos y son ajusticiados. ... Cuando esto sucede, los criados reclaman su parte y ante la negativa de Celestina, la matan. Melibea mantiene una conversación consigo misma referente a Calisto. 1527). Calisto no tiene en absoluto la paciencia del amante cortesano, ni guarda el secreto de sus relaciones amorosas, y la divinización de Melibea le lleva hiperbólicamente a convertirla en «su Dios». [20], Sin embargo, Julio Caro Baroja no considera a Celestina un personaje híbrido entre bruja y hechicera, sino que la propone como ejemplo de esta última. Pero esto, junto con su avaricia hacen un combinado explosivo que desencadena las desgracias de toda la obra, y que le provocará su propia muerte. Pero no se acartonan, sufren cambios en ocasiones. Que aun los impresores han dado sus punturas, poniendo rúbricas o sumarios al principio de cada acto, narrando en breve lo que dentro contenía; una cosa bien escusada según lo que los antiguos escritores usaron. Gerli, E. Michael (1976). «Historia de la recepción de, Snow, Joseph T. (1999). Todos los símbolos parciales se ordenan hacia el desenlace final. [4] El texto conservado difiere notablemente del de la Comedia impresa, por lo que se sabe que el autor alteró su modelo y no se limitó a construir con él el primer auto de La Celestina. Después, la joven se lanza al vacío y muere. Los estudiosos ahondaron en la biografía de este Fernando de Rojas histórico y, a partir de nuevos documentos y un estudio detallado de su entorno, Gilman (1972) elaboró el perfil biográfico más completo del personaje en The Spain of Fernando de Rojas. En cuanto a las contradicciones de conducta se dan porque Rojas ha humanizado a sus personajes. ... La Celestina tenía un trato con los criados de Calisto de al enamorar a Melibea de él le daría a los criados parte de lo que consiga coger Celestina de Calisto pero esta al final no les da su parte y los criados le da muerte allí mismo a Celestina … Finalmente, no se puede hablar de la problemática de la autoría de La Celestina sin mencionar que ésta no solo afecta al texto en sí, sino también a los paratextos, que podrían no haber sido compuestos por el autor del resto. Repositorio de la cultura visual de La Celestina organizado por colecciones para facilitar la consulta de imágenes de los personajes y episodios de la obra, así como de otras imágenes y obras artísticas basadas en esta tradición. Por su argumento amoroso, su finalidad didáctica, la abundancia de citas de autoridad, la elección de sus personajes, su forma dialogada y su más que probable vinculación a un entorno universitario, se ha considerado a La Celestina un ejemplo sui generis de comedia humanística, aunque hay quien prefiere considerarla como un híbrido entre novela y drama. Al respecto, únicamente existe cierto consenso en que los argumentos al principio de cada acto son obra de los impresores, como se extrae del prólogo en prosa a la Tragicomedia de Calisto y Melibea: También se han atribuido a los impresores las octavas acrósticas, supuesta reescritura en verso de la carta «a un su amigo», que podría incluso haber sido redactada por el «antiguo autor» (Di Camillo, 2001). Alisa es la madre de Melibea y no mantiene una verdadera relación con su hija; se limita a especular sobre su matrimonio sin haberle consultado apenas. CELESTINA. Debido principalmente a su extensión, a su irrepresentabilidad y a no encajar en la estricta definición del teatro de la preceptiva neoclásica, pero al estar muy evidentemente redactada en forma de diálogo, La Celestina obliga a los teóricos neoclásicos a inventar el término «novela dramática» para referirse a ella, que Leandro Fernández de Moratín consagraría definitivamente en su Orígenes del teatro español (1830-1831). En este acto, Calisto entra a la huerta de Melibea cuando persigue un halcón, inmediatamente el joven siente interés por ella. Es el eje central de la obra, la cual también posee como título el nombre de este personaje. Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, por otra parte, escribió asimismo su novela La hija de la Celestina (Zaragoza, 1612). Sin embargo, hay autores que niegan la existencia de ese tiempo implícito, aduciendo la evolución de Melibea a la magia de Celestina y dándole a este elemento (como vimos en el apartado de los temas) gran importancia estructural. En total, con diferentes grados de seguridad, propone más de setenta nombres y títulos, aunque reconoce que en muchos de los casos la influencia tuvo que ser necesariamente indirecta, a través de fuentes secundarias y/o el fondo de sentencias y citas célebres común a los letrados del momento. La pasión material del amor que acaba de descubrir le ciega y ya solo pretende aprovecharse de la pasión de Calisto al igual que su compañero, el más cínico Sempronio. Elicia y Areúsa se dirigen a casa de Centurio para pedirle ayuda y determinar el asesinato de los dos amantes, Calisto y Melibea y, de esta forma, vengar la muerte de Celestina y los dos criados. Sin embargo, se hace necesario matizar su alcance ya que, a pesar de que los paratextos dan a entender que el texto del primer autor se incorpora sin modificaciones a la nueva redacción, el «manuscrito de Palacio» demuestra que no fue, ni mucho menos, así, en tanto el texto sufre no pocos cambios desde la versión manuscrita hasta la versión impresa. La anciana habla con Calisto y le enseña el cordón de Melibea. Su lealtad termina de derrumbarse al ser seducido por una de las pupilas de Celestina, que ha de sufragar con unos medios de los que carece, de forma que se ve obligado a participar en la corrupción de su señor al mismo tiempo que se corrompe él mismo. (1985). «Peripecias de un título: en torno al nombre de la obra de Fernando de Rojas». «La comedia humanística española y la filosofía moral». Tiene una relación con Elicia, una de las pupilas de Celestina. La joven se enfurece al conocer las intenciones de la anciana, sin embargo, esta consigue persuadir a la muchacha.